

La Memoria
Encontró unas cartas escondidas entre ropa en uno de los armarios de su madre. Tenían que entregar en un par de días las llaves del piso a los nuevos inquilinos, pero no pudo evitar parar y sentarse a leer en medio de aquel laberinto de cajas y prisas.
«El mundo es niebla. Un día amanecerá un mar de sol. Las olas te traerán a mi y ya no caerá la noche»
La carta estaba fechada en Brunete, en junio de 1937. Firmaba, su padre.
Miró por la ventana. En aquel momento la niebla desdibujaba las aceras de la calle.

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